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¿Quién es el propietario del BCE?

30 de enero de 2020

Los bancos centrales de todos los países de la Unión Europea (UE) son, conjuntamente, los propietarios del BCE. Pueden considerarse sus accionistas, y cada uno tiene un porcentaje en el capital del BCE. Dicho de otro modo, cada uno ha aportado una cantidad determinada de dinero, lo que permite que el BCE pueda trabajar para mantener los precios estables en el conjunto de la zona del euro.

Estos bancos centrales son los únicos propietarios del BCE, que no tiene accionistas privados. Esto significa, entre otras cosas, que no estamos sujetos a la influencia de intereses financieros privados que podrían afectar a nuestra independencia.

¿Cuánto paga cada banco central?

Depende del tamaño de la población y de la economía de cada país en relación con el del conjunto de la UE. Para calcular exactamente cuánto tiene que pagar el banco central de cada país se utiliza la «clave de capital».

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Algunos países pagan más que otros, aunque esto no significa que su opinión cuente más en las decisiones del BCE. El importe que pagan es proporcional a su tamaño. En todo caso, todos los países que utilizan el euro están representados en el Consejo de Gobierno del BCE, tienen voz en las reuniones y votan por turnos de acuerdo con un sistema de rotación.

Solo estos países pagan el importe total que les corresponde aplicando la clave de capital. En cambio, los países de la UE que tienen su propia moneda pagan únicamente un porcentaje de este importe, en concreto, el 3,75 %. Estos países contribuyen porque son parte del Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC) y, en consecuencia, participan en algunas actividades de adopción de decisiones del BCE.

Por tanto, cada banco central paga una cantidad distinta. ¿Se modifica esta cantidad en algún momento?

Sí. El BCE actualiza la clave de capital —y, por tanto, la cantidad que cada banco central paga— una vez cada cinco años y cuando cambia el número de países de la UE.

Esta actualización tiene en cuenta los cambios en el tamaño de la población y de la economía de cada país, tanto a lo largo del tiempo como en proporción al resto de la UE.